14/12/06

Cinco Veces


Un hombre ciego entra en un bar de lesbianas por equivocación.

Se las apaña para llegar hasta la barra y pide una copa. Tras estar un rato sentado en el taburete le grita al camarero:

- Eh, tu, ¿te gustaría oír un buen chiste de rubias?

Inmediatamente se hace un silencio total en el bar y con una grave, profunda y áspera voz, la mujer que esta sentada junto a él le dice:

- Antes de que cuente ese chiste, señor, y en atención a su minusvalía física que le impide ver, creo que lo justo es que le advierta de cinco cosillas: Que la camarera es rubia. Que el portero del bar es una mujer rubia. Que yo mido un metro ochenta, peso 80 kilos, soy cinturón negro de karate y tengo el pelo rubio. Que la mujer que esta conmigo es levantadora de pesas y es rubia. Y que la dama que esta sentada al otro lado de usted es una luchadora profesional y también es rubia. Y ahora que sabe eso, piénselo cuidadosamente...

¿Todavíaquiere contar ese chiste?

El ciego piensa durante un par de segundos, menea la cabeza y contesta:

- Tiene razón... no lo cuento... ¡Paso de tener que explicarlo cinco veces!